Preocupación, alarma e incluso desespero tienen algunas empresas ante el incremento del absentismo laboral que se va acentuando cada día más.
Es constante leer noticias en prensa en relación con el absentismo, sin ir más lejos, hoy mismo leía que «en algunos sectores los niveles de absentismo son un 50 % superiores a los existentes antes de pandemia», pero este dato no es puntual, constantemente aparecen indicadores y cifras referentes al aumento de bajas laborales o sobre el número de trabajadores que se ausentan diariamente a su puesto de trabajo.
Efectivamente, es una gran lacra para las empresas, las cuales ven como acrecienta su coste y, por consiguiente, disminuye su productividad, ya que, si son bajas de muy corta duración, es decir, aquellas que su duración es inferior a cinco días naturales poco margen de maniobra les dejan para poder buscar o reincorporar a alguna persona para sustituir a la persona de baja.
Por el contrario, cada vez más hay empresas que apuestan por abordar la polivalencia de puestos, así pues, solucionarían rápidamente esta ausencia u otras empresas, en cambio, invierten en implementar políticas o propuestas para aumentar el bienestar laboral y, por consiguiente, ayudar a la gestión del absentismo, reducir su coste económico y, el más importante, el coste emocional de sus plantillas.
Como decía el refrán: «prevenir es mejor que curar» por ello, creo que podemos adoptar medidas preventivas para la gestión del absentismo y, sobre todo, trabajar el employee engagement, porqué aportaremos valor a los empleados/as, además de contribuir en innovación en las organizaciones y, lo primordial, obtendremos resultados favorables a corto, medio o largo plazo teniendo un impacto positivo en la rentabilidad y resultados de compañía.
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